Momias de animales Baja Época-Período Ptolemaico (715-30 a.C.)

La momificación de los animales respondió a varias razones: por ser considerados manifestaciones terrenales de los dioses, para servir de alimento a los difuntos en el Más Allá, como ofrendas para los dioses o sencillamente, por haber sido un animal de compañía que continuaría siendo fiel toda la eternidad.
La colección del Museu Egipci cuenta con un total de cinco momias de animal, pertenecientes a las siguientes especies: halcón, cocodrilo, ibis y dos gatos (un adulto y una cría). El primer estudio radiológico fue realizado por Javier Tomás Gimeno en el Servicio de Radiología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. A partir del mismo fue posible identificar el animal momificado así como su posición, estado de conservación y diferentes patologías.
Desde comienzos del año 2011 la egiptóloga Mª Luz Mangado dirigió un proyecto centrado en la aplicación de nuevas tecnologías de imagen al estudio de las momias animales de nuestro Museo y otras entidades. El sistema utilizado permite la reconstrucción de la imagen en tres dimensiones, facilitando en gran medida su estudio y análisis. Colaboraron la Unidad de Imagen del Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra (Gabriel Heras y Carlos Ortiz de Solórzano) y el Departamento de Radiología de la Clínica Universitaria de Navarra (Gorka Bastarrika).

Momia de halcón

Esta momia pertenece a la familia de los halcones. Podría corresponder a un alcotán europeo (Falco subbuteo) o a un cernícalo común (Falco tinnunculs o Falco naumanni). Está completo y en posición estirada, con las patas extendidas y cruzadas por delante de la cola. Se aprecia una fractura en el húmero derecho producida después de la muerte del animal.

Momia de gato adulto

Las radiografías muestran un gato adulto completo, sin poderse asegurar su pertenencia a la especie Felis silvestres lybica (gato salvaje africano) o a su variante doméstica Felis catus. Las extremidades superiores están extendidas al lado del cuerpo y loas posteriores flexionadas. La cola está situada en la parte posterior del tronco, presentando fracturas en algunas de las vértebras caudales. No se puede observar ninguna fractura ni luxación cervical, señal inequívoca de sacrificio, a causa de la presencia de tres barras metálicas de 5mm de diámetro colocadas por el propietario anterior al ingreso de la pieza en el Museo. A causa de esta alteración anatómica no se puede valorar la posible causa de la muerte.

Momia cria de gato

En esta cría de gato, la única lesión observada es un traumatismo craneal en la región occipital. El impacto debió se importante, hecho que hace pensar en un sacrificio, ya que es difícil que un gato pueda hacerse, de forma accidental, una lesión de estas características. La corta edad del felino es otro indicio de su posible sacrificio a la diosa Bastet. El sacrificio de animales criados para esta función se generalizó en Egipto a partir de la Baja Época.

Momia de ibis

Corresponde a un ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus). Su posición es similar a la que adopta este ave cuando duerme: patas flexionadas bajo el abdomen y cuello girado hacia atrás, apoyando el pico y la cabeza encima de la espalda. El ave no presenta lesiones. Merece destacarse la presencia de una gran cantidad de conchas de pequeños caracoles en el interior del abdomen.

Momia de cocodrilo

Ejemplar muy joven de cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus). El esqueleto está completo y presenta las patas extendidas al lado del cuerpo. Tiene una fractura en la columna vertebral, en la región dorsal media, aunque es difícil precisar si ésta fue la causa de su muerte.